Casas bioclimáticas

ECO: Casas bioclimáticas (II)

Después de la introducción de hace unos días, hoy empezaremos a comentar algunos puntos importantes a tener en cuenta a la hora de concebir las casas bioclimáticas. Tengamos en cuenta que son solo algunas breves pinceladas y que lo que da valor a la arquitectura eficiente es precisamente su adaptación máxima a cada entorno. Hoy en día hay muchas empresas y profesionales pueden dar un muy buen asesoramiento técnico y estético para cada necesidad. En todo caso, estos son algunos de los aspectos que hay que tener muy presentes.

ORIENTACIÓN
Nuestros antepasados sabían que era fundamental protegerse del viento del Norte (con barreras externas o con la propia forma de la casa). Muchas de sus enseñanzas siguen vigentes, a las que hay que añadir las claves aportadas por la arquitectura eficiente moderna.

Sin duda, la orientación es uno de los factores capitales en las casas bioclimáticas. El objetivo principal es protegernos del viento, utilizar la energía del sol en invierno y resguardarnos de él en verano. Así, si la fachada sur es la más expuesta al sol, sus muros deberán ser más gruesos para acumular bien el calor. Del lado norte, mejor tener techos bajos y reducir todo lo posible las entradas de aire. Si es posible, evitar situar los dormitorios o las ‘estancias sociales’ pegadas a este lado, dejando el norte para el garaje, la lavandería, un cuarto de trastos…

‘Vegetalizar’ los muros es otra buena idea, con hoja caduca al sur (parra, wisteria…) y persistentes (como la hiedra) al este. La vegetación y la madera son también idóneas para las terrazas.

Casas bioclimáticas

AISLAMIENTO
Las casas bioclimáticas se caracterizan por un aislamiento excepcional. Aquí el factor local es fundamental y es mejor optar por materiales propios del entorno (tierra, madera, piedra…) en vez del bloque de hormigón tan habitual.

Siempre que sea posible se debe recurrir al aislamiento térmico por el exterior –muy habitual en países nórdicos o en Alemania- frente al aislamiento interior. Es una de las formas más fáciles y seguras de aislar. El aislamiento colocado por el exterior optimiza la capacidad de muros y paredes para acumular calor, evita puentes térmicos y previene los daños por bolsas de condensación. En cuanto a los vidrios, es recomendable que sean al menos doble (el vidrio triple con gas argón ya es para matrícula). En cuanto a los tejados, el aislante de celulosa es eficaz y ecológico.

VENTILACIÓN
Acabamos el artículo de hoy con este apartado que marca la gran diferencia entre las casas bioclimáticas y las convencionales. No olvidemos que el abuso de los sistemas de climatización es un duro golpe a la eficiencia y a la ecología. Aquí la ventilación no será solo un sistema de bienestar, es el corazón del sistema.

Los sistemas de intercambio de calor de doble flujo extraen el aire viciado en las estancias húmedas (cocina, baños, aseos…) insuflando aire nuevo filtrado en las estancias secas (salón, comedor, dormitorio…). El intercambiador térmico asegura una temperatura idónea en toda la casa tanto en verano como en invierno.

Ventilación de doble flujo

Ventilación de doble flujo (Fuente: Siber)

Pero puestos a perfeccionar la ventilación, el sistema de pozo canadiense o provenzal es la solución ideal. El aire fresco se aspira en una chimenea situada a unos 10 metros de la vivienda y canalizado por un sistema de doble flujo. Esto garantiza una buena temperatura todo el año sin necesidad de caros y antiecológicos sistemas de calefacción.

Para el próximo día dejaremos los últimos aspectos de este especial sobre casas bioclimáticas: el uso del agua, la electricidad, los sistemas de energía renovable y otras herramientas tecnológicas modernas.