MATERIALES ECOLÓGICOS (II): muebles de metal
Hace unos días os hablamos de algunos materiales ecológicos cada vez más usados en decoración como son el corcho, el cartón o el bambú. Sin embargo, los materiales sostenibles no son sólo aquellos que hasta hace bien poco podían considerarse exóticos. También otros más cercanos y habituales en nuestro entorno cotidiano pueden, si son usados de forma racional e inteligente, tener una huella reducida y menos agresiva con el medio ambiente. Tenemos, por poner un ejemplo, la madera procedente de bosques sostenibles y con sello FSC. Hoy queremos hablaros de los muebles de metal ecológicos, concretamente de aquellos fabricados en aluminio. Un tema que conocemos bien en KÜPU ya que este material compone una parte importante de nuestro catálogo.
¿Has pensando alguna vez en la enorme cantidad de objetos de aluminio que te rodean en el día a día? Gran parte de los objetos metálicos que te rodean están hechos en este material que compone el 8% de la corteza terrestre, es ligero, no se rompe, no arde, no se oxida y es fácil de transportar.
¿Pero hasta qué punto un material aparentemente tan industrial puede ser considerado sostenible? Es cierto que a priori puede parecer extraño asociar los muebles de metal con la tendencia ‘eco’ cada vez más presente en decoración y mobiliario. Y sin embargo, son una gran alternativa verde a muchos plásticos derivados del petróleo. Para ello hay que tener en cuenta en primer lugar que se trata de un metal reciclable al 100%.
El aluminio se extrae de la bauxita, mineral de color rojo debido a las impurezas del hierro. Su gran inconveniente medioambiental es que necesita un aporte de energía, calor y electricidad elevado. Sin embargo, aquí entra en juego el aluminio reciclado. Como decimos, el aluminio es reciclable al 100% y la energía utilizada en refundir una tonelada es solamente… ¡un 6% del original! Un importantísimo ahorro que lo convierte de inmediato en una gran alternativa.
¿Es suficiente esto para tener muebles de metal ecológicos? Es un buen primer paso, desde luego, pero insuficiente por si solo. En KÜPU utilizamos dos tipos de aleaciones de aluminio –la 1050 y la 5754- ambas recicladas y reciclables al 100% pero no llega con tener un buen material de base si no que hay que hacer un uso racional de él.
En primer lugar, todo proceso industrial genera residuos, por lo que es necesario hacer un tratamiento adecuado de todos ellos. Ahí entra en juego la certificación medio ambiental europea. Un proceso duro y exigente que asegura que nuestros trabajadores siguen los pasos adecuados para que la creación de nuestros muebles de metal tenga un impacto mínimo en el entorno. La formación, el cuidado y el trabajo diario son fundamentales para mejorar día a día.
En segundo lugar, de nada sirve tener un material ecológico y métodos de fabricación sostenibles si el uso que se hace de ellos es irracional. Así, uno de los problemas del aluminio es que es utilizado en millones de productos o envases monodosis innecesarios que quedan dispersos por todo el territorio (latas, bandejas, papel de aluminio…). De ahí que las campañas de reciclaje sean tan importantes.
Así que a partir de ahora, cuando te plantees comprar muebles de metal como el aluminio, piensa que además de su diseño y durabilidad también estás contribuyendo de algún modo a una mayor sostenibilidad. Y aunque en KÜPU creamos muebles de metal duraderos con la intención de que pueden acompañarte a lo largo de muchos años, siempre estaremos ahí para recomendarte qué hacer cuando consideres que ha llegado la hora de reciclarlo y darle una nueva vida.
