La conciencia del mobiliario de diseño

La conciencia del mobiliario de diseño

Hace unos días, una polémica imagen de Dasha Zhukova, novia del magnate ruso -y dueño del Chelsea- Roman Abramovich, generó una fuerte reacción de rechazo, especialmente en Internet y redes sociales. La imagen, publicada en el blog ruso de moda Buro 24/7, no deja indiferente a nadie, con Zhukova sentada sobre una silla que simula ser una mujer negra semidesnuda. Que Zhukova sea novia de Abramovich –caricaturizado a menudo como un malo típico de James Bond- y que la foto se haya publicado en el día de Martin Luther King no ayudó a rebajar la polémica pero lo que nos interesa a nosotros son los posibles valores sociales asociados a los muebles, y en particular, al mobiliario de diseño.

Por ejemplo ¿Es esta silla una silla racista?  Desde luego, la foto no parece la más afortunada. Sin embargo, hay quien dice que no se trata de una simple cuestión de blanco y negro y que el debate es bastante más profundo.

¿MOBILIARIO DE DISEÑO O ARTE?
La silla, creada por el noruego Bjarne Melgaard, es una recreación inspirada en ciertas obras de Allen Jones que tuvieron un profundo impacto en su época (inspiraron por ejemplo parte del atrezzo en ‘La Naranja mecánica’ de Stanley Kubrick). Jones representaba a mujeres blancas -lo que en principio desmentiría la acusación de racismo aunque no de sexismo- y se defiende diciendo que no las concibió como mobiliario, si no como obras de arte que paradójicamente querían denunciar la noción de tratar a las personas, y especialmente a las mujeres, como mobiliario de diseño u objetos funcionales. Jones bromea incluso con el hecho “nunca se me ocurrió que alguien podría sentarse en ellas, ¡sería muy incómodo!”.

Conciencia del mobiliario de diseño

La polémica foto de Zhukova y los muebles originales de Allen Jones

Por lo tanto, la polémica Zhukova sería simplemente causado por el mal uso de una pieza concebida para exponerse en una galería de arte ante una audiencia concreta y con el objetivo de llamar a la reflexión, y no como un mueble que pueda adornar una foto en un blog de moda.

Por otro lado, es cierto que siempre hubo muebles que buscan escandalizar y jugar con el morbo, desde piezas diseñadas para recordar de forma más o menos explícita a los genitales –como la morbosa colección de la zarina Catalina la Grande– hasta sofás realizados con ataúdes.

La conciencia del mobiliario de diseño

Algunos muebles pueden tener un diseño de dudoso gusto…

MUEBLES BUENOS, MUEBLES MALOS
¿Significa eso que todo se reduce a una elección de contexto elegido o de mal gusto? ¿Qué un mueble está exento de valores sociales?  La cuestión es demasiado profunda para exponerlo en un simple post aunque algunos casos históricos sirven para comprobar que no podemos reducir el mobiliario a simples elementos funcionales o estéticos, especialmente cuando hablamos de su vertiente más creativa,  el mobiliario de diseño.

Por ejemplo, es imposible desvincular las creaciones de la Bauhaus de toda una serie de valores sociales y morales afines a su época como son que el diseño debía ser relevante a las necesidades de la sociedad y cumplir con las necesidades del consumidor de manera económica. Es decir, la ‘democratización del diseño’.

La conciencia del mobiliario de diseño

La Bauhaus buscaba la ‘democratización del diseño’ respecto a épocas anteriores.

O el auge de los muebles realizados en materiales ecológicos de los últimos años no puede desvincularse de una mayor precoupación hacia la degradación del medio ambiente. Y es difícil justificar que un mueble que se haya fabricado con criterios éticos y de responsabilidad transmita los mismos valores que uno realizado en condiciones de semiesclavitud moderna. Puede que una silla no sea racista, aunque se hace difícil defender que no haya una conciencia social detrás de los muebles, especialmente de los muebles de diseño.

La conciencia de los muebles de diseño