Neo-burgués: interesante… pero a usar con moderación
El estilo neo-burgués es una de las muchas tendencias presentes en la decoración actual, coexistiendo con otros estilos variopintos también en boga. Y al igual que otros, no es fácil definirlo con exactitud, aunque se puede resumir en el gusto por recuperar la inspiración de los años 30 a los 70, materiales de calidad, fabricación muy cuidada y colores tirando a tonos apagados. En KÜPU compartimos muchos de estos valores, aunque también pensamos que no basta con hacer un ‘revival’ de las revistas de la época y para ser bien adaptado a los tiempos que corren, el ‘neo-burgués’ necesita un poco de ‘aire fresco’.
En el magazine francés Déco.fr recogían hace unos meses algunos consejos para darle a nuestra casa un toque neo-burgués. Entre sus recomendaciones estaban por ejemplo la apuesta por los colores sombríos, pero escapando del clásico negro. La paleta de colores es amplia, desde el rojo burdeos, el amarillo mostaza, el naranja oscuro o el verde bronce pero intentando quedarse con versiones un poco más claras de lo habitual para no darle un aire demasiado tétrico al espacio. También pueden complementarse con matices ‘distinguidos’ como el dorado, plateado o bronce. Y decimos “matices” ya que se trata de darle el contraste exacto, sin caer en el exceso de brillo ni en lo chabacano.
Lo mismo ocurre con otros atributos clásicos del opulento estilo burgués que hay que tratar con cuidado a la hora de adaptarlo a los tiempos que corren. Las alfombras de piel de animal son un “must” pero no siempre nos sentiremos cómodos con ellas ni encajarán en la decoración de la casa. Aunque es cierto que si nos gustan, tenemos un amplio catálogo de pieles de imitación a nuestra disposición.
El amante del estilo neo-burgués adora la belleza y los materiales lujosos pero eso sí, sin derroche. Admitámoslo, es cierto que se busca mostrar a las visitas un estatus distinguido y un gusto por los objetos y muebles de alta calidad pero sin pasarse. La línea entre la distinción y lo hortera –o bling bling, como dicen los franceses- es muy fina, así que cuidado.
Donde estamos completamente de acuerdo con los preceptos del estilo neo-burgués es en el uso de materiales nobles y a procesos artesanales que realcen la calidad de los muebles y complementos. Más allá del precio o del aspecto, hay un valor añadido en la fabricación bien hecha que no se valora suficientemente en los últimos años. Ya os hemos hablado con anterioridad de lo importante que es este tema para nosotros.
Otro aspecto que nos gusta del estilo es la recuperación de formas clásicas de la historia del mobiliario y de la decoración adaptándolas a nuestros tiempos. Algo que nosotros adoptamos por ejemplo en la familia Mariposa o en el Cabecero Antiguo.
Así que ya sabéis, lo neo-burgués está de moda pero es mejor usarlo con moderación y sentido común. No dudéis en pedir consejo a un decorador o interiorista que os ayude a no cruzar la línea del buen gusto.
